Hay reflexiones que me rondan por la cabeza y que en ocasiones no sé cómo expresar. Pienso, ¿soy yo o es la sociedad?
Empiezas una etapa en la vida donde conocer a alguien te empieza a dar pereza, no inviertes el tiempo suficiente porque te das cuenta que de antemano ya sabes como va a terminar.
Te das cuenta que estás muy cansada.
Cansada de “conversaciones virtuales”.
Cansada de los mismos chats sin ningún fundamento.
Cansada de tener que "jugar a un juego”.
Cansada de fingir que no sientes nada por alguien.
Cansada de intentar conseguir una cita para "rellenar ese rato" con alguien.
Cansada de decepcionarme.
Cansada de encontrarme con personas que luego desaparecen sin tan siquiera un "hasta luego".
Cansada de perder el tiempo, mi valioso tiempo.
Estamos en la era del no sé lo que quiero, del goshting, el narcisismo, el me importo solamente yo, del miedo. Se perdió la magia, la adrenalina por conocer a alguien, las mariposas del estómago, de sacar la mejor versión de ti mismo.
Al final piensas que si no hay conexión, ni un interés real de ambos lados, es que seguramente no estábamos destinados a estar juntos. Elegimos quedarnos en el molde, conformarnos con que nos traten medianamente bien.
Esperamos encontrar a alguien que se la juegue, que no finja, que no te deje de contestar durante horas "para que no vayas a pensar que le gustas", que no te venga con el cuento del "no he tenido tiempo de contestar".
Muchos conocen tu cara, tu físico, incluso tu cuerpo, pero muy pocos se atreven a conocer tu cabeza, tus sentimientos, tus miedos, tus traumas, tus preocupaciones.
Todo esto ocurre mientras nos vamos encontrando con nosotros mismos, y nos vamos volviendo más selectivos y sobre todo, nos vamos enamorando de nuestra paz. Esa paz que nos da seguridad, tranquilidad, estabilidad vital. Esa paz que en este momento ya no queremos entregar a cualquiera.
Hasta que no haya comunicación verdadera entre ambos, conversaciones realmente honestas donde seamos capaces de trasladar lo que realmente queremos, un compromiso mayor entre ambos, el “amor” seguirá siendo una emoción temporal y pasajera.
Quiero creer que por ahí debe haber alguien más que piense como yo, como tú.
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