Ir al contenido principal

Pues aquí, recortando.

   En ocasiones, es conveniente entablar una conversación durante un cierto periodo de tiempo para poder elegir muy bien con quien te tomas unos vinos, no vaya a ser que te encuentres con alguien que necesite cariño con ansia y te presente el anillo de boda en el segundo sorbo.


Cuando quedé con A. parecía un tío divertido, elocuente, con mucha conversación, de profesión conductor de autobús, maduro, deportista, con ganas de hacer cosas y de llevarte en su moto a recorrer la sierra madrileña. Suena bien, ¿verdad? hasta que lo conoces en persona y se convierte en Golum, buscando un dedo al que poner el anillo de bodas y a la que será la madre de sus hijos.


En realidad todos parecen normales hasta que las ganicas de tener a alguien sentado en el sofá que te caliente los pies, te prepare una taza de chocolate un domingo lluvioso mientras ves una peli americana que acabe en boda, y que te acompañe en el siguiente confinamiento o ya puestos, en el fin del mundo; les provoca que se les nuble la vista y te pidan cita con día y hora para los próximos años.


Últimamente mi media de edad objetivo está entre cinco y diez años menos, son más manejables a todas luces y quizás sea el respeto que les puede dar que sea mayor, hace que estén más controladitos. El conductor tenía cinco años más, había que darle una oportunidad a los maduritos, pueden tener las ideas más claras y ya no viven con sus padres, en ocasiones saben hacerse la cena solitos y poner una lavadora, eso también es un puntazo.


Quedar un día soleado para recorrer los bares de Madrid, un mediodía de un sábado cualquiera siempre es un plan estupendo para conocer a alguien y poder entablar una conversación. Empezamos hablando un poco de nuestra vida, de lo que buscamos, de nuestros trabajos. 


La cita estaba siendo divertida pero, porque siempre hay un pero, no sé en qué momento se le pasa por la cabeza hacer algo “tierno”, que tiene de romántico lo mismo que clavarse una paja mirando porno de animales. Justo en el momento que me encontraba dando un pequeño sorbo a mi copa de vino blanco y la depositaba sobre la mesa, subí la mirada comprobando con estupor que se dirigía hacia mí una cucharita voladora, cargada con la tapa del día. Se aproximaba acelerada hacia mi cara, como cuando a un bebé le das de comer papilla imitando a un avión. El recorte realizado fue limpio, certero, elegante, con un quiebro lateral, solamente me faltaron las astas del toro y el público a mi alrededor gritando oooooolé!!!


En ese momento, mi cara de estupefacción, incredulidad y rechazo es igual que la que debió de poner Katie Holmes cuando Tom Cruise se comió la placenta. Quizás le pudo el querer parecer romántico pero lo que menos me apetece cuando acabo de conocer a una persona es que me dé de comer cual niño de 2 años. La cosa se fue complicando con el paso de las horas y subiendo de intensidad. 


Aprovechando que me dejó sola para ir al baño, escribí a mis amigas para que me ayudaran a salir de ahí cuanto antes, pero antes de que pudiera darle a enviar noté unas manos en mi espalda. Ahí estaba mi cita, la Señora Doubtfire, esta vez sin la cuchara en la mano, pero con unas intenciones muy extrañas de hacerme un masaje en el local donde nos encontrábamos para el disfrute visual del público que ahí se encontraba.


Salimos del sitio, encaminada con paso acelerado hacia mi coche, efectivamente, usé la excusa barata de que había quedado para comer y de ese modo poder largarme con elegancia. Pero mi cita todavía no había terminado, se guardaba bajo la manga el cuadre de agendas de aquí hasta que nuestros hijos se casen y organizarme todos los planes que había imaginado en su mente y las comidas de los domingos en casa de sus padres. 


  • Me estoy agobiando un poco, ¿cuantos planes me has organizado ya?

  • Los del resto de tu vida.


¿Piernas, para qué os quiero? creo que en ese momento me convalidaron primero de INEF, y salí huyendo antes de que el oso mimoso se enganchara a mi pierna cual conejo salido y tuviera que llevarlo como un caniche a casa.


Que no chicas, follar por follar no o sí, cada una lo que le apetezca, pero casarte por casarte tampoco, porque como bien dice el dicho “a misa no se va con prisa”.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Luces, cámara y acción.

Todos tenemos derecho a conocer a gente diferente, a gente afín y también a gente extraña, incluso aquellos que por su trabajo o el mundo del que se rodean se presupone que esta parte la tienen resuelta.  Cuando ví a P. en este tipo de aplicaciones no creía que pudiera ser él. Un par de meses atrás, había ido con unas amigas a ver un monólogo a un pub de la ciudad y actuó allí esa noche. Evidentemente me pareció un chico muy gracioso y físicamente atractivo, aunque en ningún momento se me pasó por la cabeza sacar la caña a pasear. La casualidad hizo que nos cruzaramos en una aplicación de ligoteo. Pensé que era una oportunidad estupenda para poder conocer a la persona que se escondía detrás de las coñas, las risas y los chistes verdes. Hicimos match y enseguida empezamos una conversación donde me tenía que encargar de llevar la voz cantante. Supongo que estaba demasiado acostumbrado a entablar conversaciones con chicas a través de la app pero mi intención tampoco era la de pelotear

Lo ves? Ya no lo ves.

    Entrar en este juego de deslizar a la derecha e izquierda es muy sencillo, lo difícil es que alguien te cuadre. Revisas perfiles y te encuentras con algunos que tienen cuerpos de Men's Health y caras de Proyecto Hombre, también está el típico que decir que han estado en la cárcel es como adivinar que al final de Juego de Tronos va a morir alguien, y otros parece que se dedican a esnifar maletas en el aeropuerto. Pero en este juego de obstáculos coincidí con F. La conversación se inició diciéndome que era un chico que vivía del aire, me imaginaba al típico soldado del ejército con ese uniforme que a algunos poco les sirve de camuflaje o a alguien que hacía paracaidismo marcando las pilas del traje con el arnés. Pero nada más lejos de la realidad, montaba aire acondicionado.Tenía su gracia, encanto, conversación y un cuerpo para el pecado, hemos venido a jugar. Una primera cita nada convencional donde él necesitaba una personal shopper para renovar su armario, nos hizo que la tar

Clasificación I

     Después de unos meses utilizando aplicaciones varias creo que se puede hacer una primera clasificación de lo que os vais a encontrar en cuando le deis al botón de “crear perfil”.  En general en estas aplicaciones hay de todo, el prototipo de chico que se encuentra poco se diferencia con lo que te puedes topar un sábado por la noche pre pandémico en cualquier garito de tu ciudad. Conversación hay mucha y sobre todo de esa que no lleva a nada, pero una cosa está clara, si lo que estás buscando es algo serio, te recomiendo mejor leer las novelas de Jane Austen.  Se podría hacer una clasificación de los tíos en función del clan social al que pertenecen. Los viceversos, chicos estándar de gimnasio, con un escote más grande que el tuyo, crema antes de salir de casa y maquillaje de noche. Siempre van a la moda, o lo que ellos entienden de moda, porque los pantalones rotos con camisa arrugada permitidme que os diga que bien podría pensar que os acaban de dar una paliza. Pelo perfectamente