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Apagando fuegos.

 Los domingos son esos días en el que si estás soltera y sin plan puedes suicidarte lentamente con el cable del cargador del teléfono móvil. Efectivamente, porque tu móvil ya es una extensión de tu brazo y sobre todo, las diferentes aplicaciones que pueden hacer que te cambie el plan del fin de semana en un momento.

Algunos, se te animan a última hora cuando de repente haces match con un prototipo de bombero de los que siempre has imaginado. Sí, uno de esos de manguera, uniforme pornografiable y con fuego, mucho fuego.


  • Chico misterioso que no tiene nada en la bio, mal empezamos ehh!! jajajja

  • jajajaj qué haces?

  • Tarde de sofing, peli y manta. Y qué me cuentas de ti?? te lo pongo fácil, vamos a empezar por el nombre.

  • P. y tú?

  • Pues mira, yo tengo mi nombre puesto en el perfil, quizás si dejaras de mirarme las tetas y leyeras….

  • jajajaj de donde eres?

  • Madrid como tú, que también lo pone en mi perfil. Estoy esperando con ansia que me escribas un párrafo con más de 5 palabras para darte un pin.


Finalmente lo consiguió y teniendo en cuenta la buena pinta que tenía el envoltorio enseguida pasamos al whatsapp. Unos cuantos mensajes después, mientras estabamos hablando de lo erótico de su trabajo, como mueve la manguera y si le podría ver en algún momento con el uniforme puesto, me propone hacer una videollamada. Está claro que este chico no está para perder el tiempo hablando con una tía si físicamente después no le va a gustar.


Lo primero que se me pasa por la cabeza es que ni con dos copas de más le enseño a este prototipo de chico de calendario mi cara de estar por casa, con la ropa de coger aceituna y un moño de esos que bien podría anidar una cigüeña. Pero después, pensé que era la mejor manera de dejar de perder el tiempo en conversaciones  que se alargan en el tiempo y que siempre quedan en nada.


Tras pasar por la ducha, tipo sirena improvisada, pero pintada a lo Carmen de Mairena, como si normalmente estuviera en casa tan estupenda y divina, ya estoy lista para hacer esa videollamada. No recuerdo la cantidad de estupideces que solté por mi boca pero nunca se me olvidará cuando bajó la cámara y me enseñó ese vientre. Más que abdominales tenía una pileta de esas de plaza del pueblo, perfectas para pasarte una mañana entera frotando encima de ella tus tangas, justo en ese momento es cuando no te importa tener que hacerlo de rodillas.


Seguimos hablando de lo que todo el mundo tenemos, los PUTOS COMPLEJOS. Me comenta que él también tiene sus complejillos y a veces le resultaba complicado liarse con chicas. La curiosidad, mi dulce compañera.


  • Tengo un complejo con el tamaño, ya me entiendes…

  • Pero, estamos hablando de micro o de maxi?

  • Maxi

  • Micro es un problema, maxi no lo es.

  • Créeme, tanto no mola

  • ¿Me vas a hacer preguntar de cuanto estamos hablando?

  • 27 CENTÍMETROS!!!


Pues aparte de la pileta, este chico escondía una anaconda entre las piernas, vamos que la manguera la llevaba de serie y en cualquier momento me podía ahogar con ella, en todos los sentidos. ¿Cómo conseguiría tener a ese bicho guardado en los pantalones? ¿Enrollada tipo moño de la abuela del anuncio de fabada?


Tengo que reconocer que pude pensar que era un vacile, pero me dio un poco de respeto seguir escribiéndole. La cosa se podía complicar y no me atrevía a probar dicho instrumento que ni el mejor de los ginecólogos.


Podéis decirlo sin cortaros, SOY UNA COBARDE!!!. ¿Será tan difícil encontrar la normalidad?


Comentarios

  1. Me ha encantado lo de frotarse con el tanga .. y lo de la anaconda 🤣🤣🤣🤣🤣🤣

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